Estamos ante el primer jardín de corales reconocido en el Archipiélago de Azores. Se localiza entre 125 y 160 metros de profundidad, en la zona donde tuvo lugar la devastadora erupción submarina de Capelinhos en 1959, al oeste de la Isla de Faial, ahora una zona de elevada riqueza biológica.

Es la primera vez que una expedición oceanográfica organizada por instituciones españolas y portuguesas localiza un jardín submarino de corales blandos. La aventura Explosea 2 comenzó el 11 de junio y finalizará el 27 de julio a bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa. Está organizada por el Área de Geología Marina del Instituto Geológico y Minero de España en colaboración con la Estrutura de Missão para a Extensão da Plataforma Continental (EMEPC).

Esta expedición, que se realiza en el marco del proyecto Explosea, tiene como objetivo explorar y localizar emisiones submarinas hidrotermales asociadas al vulcanismo y los hábitats submarinos que promueven. Con este objetivo se han realizado levantamientos del fondo marino con sonda multihaz para la adquisición de datos batimétricos, perfiles de CTD (conductividad, temperatura y profundidad) e inmersiones con el ROV Luso para la obtención de muestras de agua y vídeos de alta resolución en las zonas de interés.

Con este tipo de inmersiones es como el equipo científico descubrió el frondoso jardín submarino de corales blandos dominado por una especie Alcyonacea. Para Luis Somoza, jefe de la expedición científica del proyecto EXPLOSEA2, estamos ante un descubrimiento extraordinario. “Este jardín submarino ha crecido sobre tres conos volcánicos submarinos en la zona donde tuvo lugar la devastadora erupción de Capelinhos hace 60 años y donde el fondo marino emergió formando una nueva isla”.

Un modelo para otras erupciones

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EXPLOSEA2

La zona submarina de la erupción submarina, rica en hierro, ofrece las condiciones perfectas para el desarrollo de todo un ecosistema con elevada riqueza biológica ideales para la formación de un espléndido jardín de corales. Son condiciones similares a las del volcán de El Hierro que el mismo equipo investigó en 2014. “Un evento similar –añade Somoza- ocurrió en 2011 y 2012 en la isla de El Hierro en las islas Canarias y con este hallazgo sabemos ahora que el mismo tipo de jardín de corales blandos se podrá formar en la zona de erupción de El Hierro, siendo una de las primeras comunidades de corales que crecerán en la zona”.

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EXPLOSEA 2

A diferencia de los corales duros que forman arrecifes dependiendo de la disponibilidad de carbonato cálcico en el agua, los corales blandos no necesitan este componente que no está disponible en los fondos marinos de estas zonas de erupción reciente. En el caso del volcán de Capelinhos, en la isla de Faial, el área ahora descubierta, se encuentra dentro de un área marina protegida, en el Parque Marino de las Azores, lo que recalca la importancia de crear zonas protegidas submarinas en archipiélagos de origen volcánicos como son las Azores y Canarias.

Marina Carreiro-Silva, investigadora de IMAR de la Universidad de las Azores e invitada a bordo, ha indicado que “este jardín de corales constituye un nuevo tipo de hábitat nunca antes descrito, que contribuye a aumentar el conocimiento de la biodiversidad y a la cartografía de los ecosistemas marinos vulnerables de las Azores en el ámbito de proyectos internacionales y nacionales en curso de nuestro grupo de investigación”.

La monitorización de esta zona constituye una oportunidad singular para el estudio de los procesos de colonización biológica, crecimiento y longevidad de estos organismos, tanto para la validación del potencial de recuperación natural de comunidades de corales, objeto de impacto por la actividad humana, como para conocer el crecimiento del ecosistema marino después de un evento geológico como es una erupción submarina devastadora.

Marian Benito