Gracias a una superficie facetada distintiva, creada a través de una secuencia de pasos, los núcleos de Levallois eran herramientas versátiles, utilizadas para lanzar, cortar, raspar o cavar. El proceso de tallados por capas representa un enfoque más sofisticado que el de las piedras de forma ovalada más simples, usadas en los períodos anteriores.

Desarrollados en África y Europa occidental desde hace 300.000 años, los núcleos son un signo de una fabricación de herramientas más avanzada, la «herramienta múltiple» del mundo prehistórico, pero, hasta ahora, no se creía que hubiera surgido en Asia oriental hasta hace 30.000 a 40.000 años.

Ahora, un nuevo estudio, publicado en Nature, revela que estas herramientas multifuncionales surgieron antes de lo que se creía.

El análisis de los objetos hallados en el sur de China determina que estos utensilios, también conocidos como núcleos de Levallois, se usaron en Asia hace 80.000 a 170.000 años.

La ausencia de fósiles humanos que vinculen las herramientas a grupos de otras regiones, sería un indicador de que la tecnología se desarrolló de modo independiente.

“Se solía pensar que los núcleos de Levallois, las “navajas suizas de las herramientas prehistóricas”, llegaron a China hace relativamente poco, con los humanos modernos – explica Ben Marwick, líder del estudio –. Nuestro trabajo revela que las herramientas halladas muestran una complejidad y adaptabilidad equivalente a la de cualquier otra parte del mundo y es un ejemplo de la diversidad de lo humano”

Los núcleos de Levallois eran eficientes y duraderos, herramientas indispensables para una sociedad de cazadores-recolectores en las que una punta de lanza rota podía significar una muerte a manos de un depredador.

En total, el equipo de Marwick analizó más de 2.200 artefactos y entre ellos detectó unas 45 de estas “navajas prehistóricas”. Las más antiguas de ellas tienen entre 130.000 y 180.000 años, mientras que en África y Europa, este tipo de herramientas de piedra se encuentran a menudo en los sitios arqueológicos a partir de 200.000 y hasta 300.000 años atrás.

“Nuestro trabajo muestra que los antiguos habitantes de esta región eran tan capaces de innovar como en cualquier otro lugar y no todas las innovaciones llegaron desde Occidente”.

Juan Scaliter