Se calcula que en el mundo existen unas 369.000 variedades de plantas angioespermas, es decir, que florecen. Lo que hace que resulte difícil creer que todos los tipos de flores existentes tengan un ancestro común. Pero, parece ser que es así y, ahora, un proyecto científico liderado por Hervé Sauquet de la Universidad de París-Sur, en Francia, nos muestra el aspecto que pudo tener «la madre de todas las flores».

La iniciativa eFLOWER project, ha contado con la colaboración de docenas de investigadores de todo el planeta que han analizado decenas de miles de datos, tanto de flores actuales, como de otras cuyos fósiles se han encontrado, para descubrir los parámetros que permitieran conocer como pudo ser el ancestro de las angioespermas.

El fósil de flor más antiguo que se conserva tiene una edad aproximada de 130 millones de años. Pues bien, ahora, gracias a este estudio, los científicos calculan que ese ancestro vivió unos diez millones de años antes.

Según la reconstrucción que han realizado, era una flor bisexual, ya que tenía partes femeninas y masculinas, y presentaba unos pétalos similares a los de las flores modernas. Con la diferencia de que en su caso se organizaban en una especie de anillos formados por tres pétalos en cada uno.

Hervé Sauquet, líder de la investigación, compara a las flores con la variedad de mamíferos a la que pertenece el ornitorrinco. Según el especialista, ambas son especies que conservan trazas de su aspecto primitivo, combinadas con otras provocadas por siglos de evolución.

Fuente: Nature.

Vicente Fernández López