Un eficientísimo sistema de limpieza y refrigeración. En un detallado estudio de este húmedo apéndice de los felinos, Alexis Noel y David Hu, del Georgia Institute of Technology (EEUU), han descubierto sus trucos. Como que los diminutos bastoncillos (llamados ‘conos’ o ‘papilas’) de su superficie están rematados en la punta por una cavidad hueca en forma de ‘u’. En ella, las gotas de saliva pueden llegar hasta los puntos más profundos del pelaje. A ese viaje contribuyen los lentos y extensos lametazos (como cuando nosotros comemos un helado) que mantienen las papilas perpendiculares al pelo, de manera que cada una recorra la máxima cantidad posible.

Las papilas son huecas y rígidas (a la derecha de la foto) en la punta y suaves y cónicas hacia la garganta (a la izquierda de la imagen)
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Por si fuera poco, los continuos lengüetazos constituyen la mejor forma de refrescarse, ya que los gatos únicamente poseen glándulas sudoríparas en la piel de sus pezuñas. Así se entiende que estos animales pasen un 25% del tiempo que están despiertos acicalándose.

Redacción QUO