Se llama así el sonido que corresponde a lo que oye el personaje u objeto que domina en cada plano, aunque no se corresponda con el real.

Por ejemplo, si en una escena de un bar hay una orquesta tocando y la cámara se centra en una conversación, oiremos muy bien lo que dicen los personajes; pero si cambia el plano, o la cámara se mueve hacia un trompeta de la banda, dejamos de oírles y comenzamos a recibir mejor el sonido del instrumento. Es decir, el sonido es subjetivo porque no es objetivo, o sea, realista. Es muy frecuente en las películas de guerra o acción.

Enviada por Miguel Farias, Málaga

Redacción QUO