En la presente Copa Mundial de Fútbol que se está llevando a cabo en Rusia, un tercio de los partidos de la etapa eliminatoria (a partir de octavos de final) se ha decidido desde el punto de penalties. Los expertos notaron de qué modo el período de 30 minutos adicionales impuso exigencias físicas a los jugadores y afectó su habilidad para ejecutar pases y eludir a los contrincantes. ¿Qué se puede hacer para darles a los equipos una ventaja competitiva cuando se agreguen más de 30 minutos y se llega a la instancia de penalties? Un estudio, publicado en British Journal of Sports Medicine, parece haber descubierto la clave.

El problema para mantener el rendimiento durante el tiempo extra ha sido un área de investigación importante para Liam Harper, profesor titular de Ciencias del Deporte, el Ejercicio y la Nutrición de la Universidad de Huddersfield y líder del estudio. A Harper no le sorprende que hasta la fecha casi el 50% de los partidos eliminatorios de los mundiales hayan requerido tiempo extra.

La primera solución que plantea Harper y su equipo es el uso de geles de carbohidratos y la goma de mascar con infusión de cafeína. La ventana de cinco minutos antes de que comience el tiempo extra es crucial, pero los equipos también pueden tener que desarrollar mejores estrategias nutricionales que cubran el período anterior al inicio y al descanso de medio tiempo.

“Hace cuatro años, en Brasil, la mitad de los encuentros en la fase eliminatoria llevaron a la prórroga, el número más alto de todos los tiempos – explica Harper en un comunicado – .Y probablemente este año sea bastante similar. Esto se debe a que la calidad general y la competitividad de los equipos está mejorando, pero se puede observar que los 30 minutos adicionales conducen a un descenso en el rendimiento físico y de habilidades. Hemos analizado muchas de las respuestas fisiológicas para explicar esto y la principal es un cambio en el “combustible energético”. Por lo general, hacia el final de un partido de 90 minutos se comienza a reducir la cantidad de glucógeno muscular (carbohidrato almacenado). Así que es probable que esto disminuya aún más durante el tiempo extra. Las reservas de glucógeno muscular son la fuente que más contribuye a la carrera de alta intensidad, lo cual es crucial para el rendimiento exitoso en el fútbol. Luego se empieza a recurrir a la grasa como combustible de forma predominante, lo que no es tan efectivo para los episodios de carrera de mayor intensidad. Al reducir las fuentes de energía más confiables, se apoyan en aquellas que no son tan eficientes y esa es probablemente una de las razones por las cuales hay un descenso en el rendimiento”.

Durante un estudio con la academia del Sunderland Association Football Club, los jugadores recibieron geles de carbohidratos en ese descanso de cinco minutos antes de la prórroga. Eso incrementó la capacidad de eludir a los rivales, pero no influyó en el rendimiento físico.

Y aquí es donde entra la segunda solución que aporta el equipo de Harper. De acuerdo con el nuevo reglamento, ahora se permite un cuarto cambio en la prórroga. Esto significa que es importante que los entrenadores identifiquen a los jugadores que son particularmente susceptibles a la fatiga después de 90 minutos y, por lo tanto, deben sustituirlos. No se trata tanto de un cambio estratégico como de uno físico.

Juan Scaliter