Contrariamente a lo que se piensa habitualmente, las mujeres optan por congelar sus óvulos no para continuar su educación o avanzar en su profesión, sino por razones «que giran principalmente en torno a la falta de asociaciones estables de las mujeres con los hombres comprometidos con el matrimonio y la crianza de los hijos». Esta es la conclusión del mayor estudio cualitativo vinculado a la congelación de óvulos. En total 150 mujeres de cuatro clínicas de fecundación in vitro en los Estados Unidos y tres en Israel fueron entrevistadas, cada una de ellas había completado al menos un ciclo de criopreservación de ovocitos. El estudio, liderado por Marcia Inhorn, fue presentado en la Reunión Anual de la de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología.

«La literatura médica y la cobertura mediática de la criopreservación de ovocitos – explica Inhorn – generalmente sugieren que la congelación de óvulos se usa para diferir o retrasar la maternidad entre las mujeres que siguen estudios y carreras. Nuestro estudio, sin embargo, sugiere que la falta de un compañero estable es la principal motivación.

Las conclusiones se basan en entrevistas con 150 mujeres que habían elegido congelar sus óvulos en clínicas de fertilidad en los Estados Unidos (114) e Israel (36). Los datos de las entrevistas se analizaron cualitativamente y finalmente indicaron diez vías que llevaron a las mujeres a la congelación de óvulos.

La mayoría de ellas (85%), no tenían pareja en el momento de la congelación del huevo, lo que refleja seis circunstancias de vida diferentes: ser soltera, divorciado o separado de una relación, trabajar en el extranjero, madre soltera por elección o circunstancia, y planificación de carrera La elección de la congelación electiva de óvulos para planificar una carrera profesional fue la menos común de estas opciones, incluso entre las mujeres que trabajaban para compañías con seguro médico que cubre la congelación de óvulos.

Por su parte, las que tenían pareja, el 15% de las entrevistadas, tenían cuatro circunstancias de vida diferentes: con un hombre que no estaba preparado para tener hijos, en una relación demasiado nueva o incierta, con un compañero que se niega a tener hijos o con un compañero con otras parejas. “La mayoría de las mujeres ya habían perseguido y completado sus metas educativas y profesionales – añade Inhorn –, pero ya cumplidos más de 30 años, habían sido incapaces de encontrar una relación reproductiva duradera con una pareja estable. Es por eso que recurrieron a la congelación de óvulos”.

Juan Scaliter