Todos queremos cambiar al menos una cosa sobre nuestro aspecto físico, sin importar cuantas reafirmaciones escuchemos sobre nuestra apariencia. Así, ocasional o frecuentemente nos encontramospensando en lo que consideramos nuestra apariencia ideal, allí donde se corrigen todos nuestros «defectos».

Con esto en mente, el fotógrafo Scott Chasserot intentó dar vida a la visión ideal que algunas personas tenían sobre sí mimas a través de su proyecto Original Ideal, una combinación de «fotografía de retrato y neurociencia» según el propio autor. Chasserot tomó fotos simples y sin adornos de voluntarios, luego, mediante un software de edición, hizo docenas de versiones alteradas basadas en los «cánones de belleza científicamente establecidos».

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Al presentar las fotos editadas a los voluntarios mientras usaban dispositivos deelectroencefalografía (EEG), Chasserot pudo analizar sus ondas cerebrales e identificar qué versión preferían más, basándose en reacciones neurales positivas. La foto preferida fue etiquetada como su apariencia «ideal».

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“¿Qué es lo que encontramos instintivamente hermoso en el rostro humano y cómo se traduce esto en la autoimagen? – se pregunta Chasserot – ¿Qué suposiciones haríamos sobre otra persona si pudiéramos ver su autoimagen ideal? Este proyecto combina la fotografía de retrato y la neurociencia para aislar la autoimagen ideal de los sujetos, una preferencia cerebral sincera obtenida eludiendo el pensamiento consciente”.

Juan Scaliter