Un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicado en American Journal of Epidemiology, muestra nuevas evidencias sobre la posible relación entre el uso prolongado de acetaminofeno (paracetamol) durante el embarazo y el riesgo de trastornos del neurodesarrollo en la infancia.

El paracetamol es uno de los medicamentos más comunes utilizados para el tratamiento del dolor y la reducción de la fiebre durante el embarazo y se considera seguro en los seres humanos. Sin embargo, la evidencia de propiedades neuro-disruptivas se está acumulando: estudios anteriores, como este, realizado por expertos de la Universidad de Hamburgo, este, fruto de un análisis del Instituto Danés de Salud Públicao un tercero, liderado por el Instituto de Salud de Noruega, han demostrado que la administración a largo plazo de dosis bajas de paracetamol puede afectar el desarrollo del sistema nervioso fetal, y que este efecto se ve a menudo años después de la exposición.

Ahora, un grupo de investigadores liderados por Ilan Matok, han realizado una revisión sistemática y un metanálisis para evaluar la posible asociación entre la exposición prolongada al acetaminofeno y el riesgo de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el trastorno del espectro autista (TEA).
Los resultados muestran que la exposición prolongada al paracetamol durante el embarazo se asocia con un aumento del 30% en el riesgo relativo de TDAH (en comparación con aquellos que no lo tomaron durante el embarazo) y un aumento del 20% en riesgo relativo para TEA.

Este es el primer metaanálisis y el estudio más exhaustivo jamás realizado sobre la posible asociación entre el uso prolongado de paracetamol durante el embarazo y el riesgo de trastorno del espectro autista (TEA) o trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Los datos de la investigación se basan en el análisis de 132.738 madres e hijos que fueron objeto de seguimiento durante un periodo de entre 3 y 11 años.

Dadas las limitaciones significativas de los estudios existentes, los investigadores creen que los resultados deben interpretarse con precaución, ya que pueden causar ansiedad innecesaria entre las mujeres embarazadas. Es importante entender que el dolor y la fiebre durante el embarazo pueden tener un efecto perjudicial en el desarrollo del feto y que el acetaminofeno todavía se considera un medicamento seguro para usar durante el embarazo. Por lo tanto, si una mujer embarazada tiene fiebre y/o dolor, se puede tomar por un período corto, y si la fiebre o el dolor continúan más allá de eso, debe consultar a su médico sobre el tratamiento posterior.

«Nuestro estudio – explica Matok en un comunicado – proporciona la primera descripción integral de los resultados del desarrollo después del uso prolongado de paracetamol durante el embarazo. Los hallazgos sugieren una asociación entre el uso prolongado de acetaminofeno y un aumento en el riesgo de autismo y TDAH. El aumento en el riesgo fue pequeño, y los estudios existentes tienen limitaciones significativas. Aunque se debe evitar el uso innecesario de cualquier medicamento durante el embarazo, creemos que nuestros hallazgos no deberían alterar la práctica actual y las mujeres no deberían evitar el uso de paracetamol a corto plazo cuando sea clínicamente necesario”.

Juan Scaliter