Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Exeter, liderados por Jonas Gregorio de Souza, ha descubierto evidencias de que había cientos de aldeas en la selva amazónica, lejos de los ríos principales, y que eran el hogar de diferentes comunidades que hablaban idiomas variados. Estas regiones, que se pensaba que habían estado deshabitadas, albergaban poblaciones prósperas de hasta un millón de personas, según el estudio, publicado en Nature.

El problema es que aún hoy existen enormes áreas del Amazonas que aún no han sido exploradas por los arqueólogos, en particular aquellas alejadas de los principales ríos. Los expertos habían asumido que las antiguas comunidades habían preferido vivir cerca de estas vías de agua, pero la nueva evidencia muestra que este no era el caso.

El descubrimiento llena un importante vacío en la historia de la Amazonía, y proporciona más evidencia de que la selva tropical,que alguna vez se pensó que no había sido afectada por la agricultura u ocupación humana, de hecho ha sido fuertemente influenciada por aquellos que vivían en ella.

El equipo liderado por de Souza descubrió los restos en el estado de Mato Grosso, Brasil. Al analizar los restos de carbón y la cerámica excavada, encontraron que un tramo de 1.800 km del sur de la Amazonia estuvo ocupado continuamente desde el 1250 hasta 1500 por personas que vivían en pueblos fortificados. Los expertos estiman que habría habido entre 1.000 y 1.500 aldeas cerradas, y dos tercios de estos sitios aún no se han encontrado.

El estudio también muestra que existirían 1.300 geoglifos en 400.000 km2 de la región pero solo 81 se han hallado gracias a esta investigación. A menudo, las aldeas a menudo se encuentran cerca, o dentro de los geoglifos y están conectados a través de una red de calzadas y algunos han sido elaboradamente construidos durante muchos años.
“Existe un concepto erróneo común de que el Amazonas es un paisaje intacto, hogar de comunidades dispersas y nómadas – explica de Souza en un comunicado –. Este no es el caso. Hemos encontrado que algunas poblaciones alejadas de los principales ríos son mucho más grandes de lo que se pensaba, y estas personas tuvieron un impacto en el medio ambiente que todavía es visible en el presente. El Amazonas es crucial para regular el clima de la Tierra, y conocer más sobre su historia ayudará a todos a tomar decisiones informadas sobre cómo se debe cuidar en el futuro”.

Juan Scaliter