Da igual lo fuerte que se los ate uno. Siempre hay días en los que los cordones de las zapatillas parecen conspirar en contra nuestra y se desatan a la primera de cambio. Pero, ¿por qué? Seguro que todos nos lo hemos preguntado en más de una ocasión. Pues bien, la respuesta la acaba de encontrar un equipo de investigadores de la Universidad de Berkeley.

Los científicos usaron grabaciones a cámara lenta que les sirvieron para comprobar que los cordones son sometidos a una combinación de fuerzas. Una es la que se genera cuando el pie golpea en el suelo, y la otra, la que se produce cuando los cordones se sacuden por efecto de la pisada. Y de la suma de ambas se crea un efecto dinámico similar al que crearía una mano tirando de sus extremos.

Este proceso explica porque se desatan solos la mayoría de los cordones. Los que no están bien atados lo harán rápidamente, y los que si lo están, tardarán bastante más, pero aún así acabarán deshaciéndose.

El problema es que los investigadores han descubierto que existen algunos nudos que, en apariencia, no tienen nada de especial y que nunca se desatan, pro más fuerzas dinámicas que actúen sobre ellos. ¿Por qué? Los científicos aún no tienen la respuesta, pero prometen seguir investigando.

Fuente: EurekAlert.

Vicente Fernández López