Ocho años atrás, Bill Kochevar, por entonces de 48 años, sufrió un accidente montando en bicicleta que le dejó completamente paralizado de hombros hacia abajo. Pero hace cerca de 12 meses, un equipo de la iniciativa BrainGate2 contactó con él para proponerle una posible terapia que le permitiría recuperar parte de su movilidad.
A lo largo de 45 semanas Kochevar debió realizar un estricto programa de rehabilitación para recuperar parte de la fuerza muscular perdida en los ocho años.
Luego, mediante un software de realidad virtual específico, se le “enseñó” a mover un brazo que aparecía en la pantalla, una tarea que servía para que Kochevar aprendiera a ser consciente de su pensamiento y al equipo médico, liderado por Jonathan Miller, a identificar los patrones cerebrales vinculados al movimiento del brazo.

A las pocas semanas Kochevar estaba listo. El siguiente paso fue implantar dos electrodos de 96 canales en su córtex motor y otros 36 en su brazo. La comunicación entre ambos se produce a través de una interfaz cerebro-ordenador que pasa los estímulos eléctricos del cerebro al brazo, solo con que Kochevar piense en moverlo.
Gracias a ello, por primera vez en ocho años, pudo alzar un vaso y volver a beber por sí mismo. Este simple gesto probablemente lo ha convertido en la primera persona con cuadriplejía en el mundo que ha logrado recuperar el movimiento de un brazo gracias a implantes neurales.
«Para alguien que llevaba lesionado ocho años – afirma Kochevar en un comunicado – y no podía moverse, ser capaz de esto es impresionante para mí”.
El estudio ha sido publicado en The Lancet.

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Juan Scaliter