Un grupo de investigadores, del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Northwest en Shaanxi, China, han utilizado una versión modificada de la tecnología de edición de genes CRISPR para insertar un nuevo gen en el genoma de 11 vacas con el objetivo de hacerlas resistentes a la tuberculosis. Los autores del estudio, liderados por Yong Zhang, introdujeron el gen NRAMP1 en el genoma de fibroblastos fetales que luego se utilizaron entonces como células donantes en un proceso denominado transferencia nuclear de células somáticas. Para evaluar las diferencias, el proceso también se llevó a cabo en animales mediante la técnica CRISPR convencional.El estudio ha sido publicado en Genome Biology.

“Cuando se quiere insertar un nuevo gen en un genoma de mamífero – explicó Zhang en una entrevista –, la dificultad es hallar el mejor lugar en el genoma para insertar el gen. Es necesario buscar la región más adecuada, que tenga el mayor impacto en lo que uno busca y el menor posible en otros genes”.

El análisis genético reveló que NRAMP1 se había integrado con éxito en el código genético en la región objetivo en todos los animales y ninguno de ellos mostró alteraciones posteriores, mientras que aquellos que recibieron el gen a través de la técnica habitual, si mostraron algún resultado indeseable. Más tarde, cuando los terneros fueron expuestos a Mycobacterium bovis, la bacteria causante de la tuberculosis bovina, los investigadores encontraron que los animales transgénicos mostraron una mayor resistencia. También encontraron que los glóbulos blancos tomados de los terneros eran mucho más resistentes a la exposición de M. bovis en pruebas de laboratorio.
“Nuestro estudio – concluye Zhang – es el primero en demostrar que el sistema CRISP/ Cas9n puede ser utilizado para crear ganado transgénico sin producir cambios fuera de nuestro objetivo. Los resultados nos han mostrado un sitio en el genoma bovino que permitirá insertar con éxito nuevos genes que benefician a la ganadería agrícola”.

Juan Scaliter