¿Quién no se ha escuchado a los más mayores quejarse de que los tomates de ahora ya no saben como antes? Y no les falta razón, ya que las mejoras genéticas realizadas a esta planta han ido orientas siempre a mejorar la productividad y el aspecto, pero se han dejado olvidado en la cuneta algo tan importante como el sabor.

Pero este olvido puede tener arreglo gracias a una investigación realizada por especialistas de la universidad de Florida, enfocada en como poder devolver a los tomates su sabor tradicional. Para ello, los investigadores han secuenciado el genoma de 398 variedades.

El sabor de esta verdura es debido a la suma es la suma de los azúcares, los ácidos y varios compuestos volátiles, y ahora los científicos han logrado identificar de que regiones genéticas dependen esos factores.

Gracias a este estudio, los investigadores disponen ahora de un mapa genético que les permita modificar los tomates haciendo que ganen más sabor manipulando, por ejemplo, los genes que regulan la cantidad de azúcar que contienen para que esta sea mayor.

Los autores del estudio aseguran además que son manipulaciones muy sencillas de hacer y que no influirían negativamente sobre las otras mejoras ya realizadas a este fruto.

Fuente: Science.

Redacción QUO