De acuerdo con la web Statista un 10% de los españoles practica running (sale a correr con asiduidad). Esto ha provocado un crecimiento del 95% en el mercado de auriculares inalámbricos de tipo deportivo y, en total constituye un mercado que factura anualmente más de 210 millones de euros anuales.

En este contexto las lesiones son una de las principales preocupaciones de los deportistas, el 48% señala la sobrecarga muscular y más del 30% habla de esguinces.

Así, no es extraño que la elección de un buen calzado sea fundamental. Pero, ¿cómo elegirlo? La mayoría de las tiendas especializadas aconsejan medir el arco e identificar el tipo de pisada (pronador, supinador o neutro) y seleccionar un calzado acorde en estabilidad y control de movimiento.

Se supone que toda esta información ayudaría a reducir las posibilidades de lesiones. Pero la ciencia tiene algo que decir al respecto.

Por ejemplo, un estudio publicado en The American Journal of Sports Medicine, analizó la pisada de más de 700 voluntarios y les asignó el calzado adecuado. A los tres meses las lesiones en el grupo de control, aquellos a los que se les había dado un calzado aleatorio, y la de aquellos que llevaban zapatillas específicas para su tipo de pisada, no eran diferentes en número.

Para añadir más evidencia, otro estudio señaló que correr con calzado adaptado a control de estabilidad provocaba más lesiones y causaba más dolor a los corredores, independientemente de su tipo de pie. Es cierto que algunos informes sugieren que las zapatillas con control de estabilidad podrían ayudar a reducir las lesiones en los corredores pronadores, el consenso parece ser que la forma en que la mayoría de las personas elige sus zapatillas no está basada en parámetros científicos y lo que más incide en la probabilidad de lesiones es sencillamente un entrenamiento adecuado que previene lesiones.

De acuerdo con un análisis dirigido por el bioingeniero de Stanford, Scott Delp, y el experto en medicina deportiva Michael Fredericson, es la forma de correr, en lugar del calzado, lo que ayuda a reducir el riesgo de lesiones. Los resultados mostraron que los corredores que pisan con la puntera (en contraposición a quienes lo hacen con el talón) reducen las lesiones. Esto se debe a que ejercen menos fuerza sobre sus articulaciones cuando corren, lo que probablemente previene lesiones con el tiempo. Las conclusiones fueron confirmadas por otros estudios y análisis.