Los altos niveles de cannabidiol (CBD) en el cannabis pueden compensar los efectos neuropsiquiátricos del delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) al prevenir la activación de una vía de procesamiento emocional, según un reciente estudio publicado en JNeurosci.

Hasta ahora las investigaciones habían demostrado que las cepas de cannabis con altos niveles de THC (básicamente el compuesto psicoactivo o psicotrópico de la planta) y bajos niveles de CBD (el principal componente de la planta) aumentaban los efectos neuropsiquiátricos, pero no se entendía bien la relación exacta entre CBD y THC.

Ahora, un equipo liderado por Roger Hudson, investigó el papel de la proteína ERK (siglas de receptor extracelular quinasa), que desencadena una vía de señalización implicada en los efectos neuropsiquiátricos del THC.

De acuerdo con las conclusiones del equipo de Hudson, las ratas que recibieron THC tenían niveles más altos de ERK activado, mostraban más comportamientos de ansiedad y eran más sensibles al aprendizaje basado en el miedo. Por su parte, los roedores que recibieron CBD y THC actuaban como las ratas de control: tenían niveles normales de ERK activado, menos conductas de ansiedad y eran menos sensibles al aprendizaje basado en el miedo.

En base a estos resultados, el equipo de investigación propone que el THC activa el ERK mientras que el CBD lo inhibe. El aumento de los niveles de ERK podría interrumpir el procesamiento emocional, lo que aumentaría la ansiedad y el aprendizaje del miedo. El hallazgo da pistas de en qué casos se pueden usar, y de qué modo, los principios activos del cannabis.

Juan Scaliter