Según el modelo cosmológico estándar, nuestro universo partió de un estado denso que aún está en fase de expansión (conocida como Big Bang).

Lo único que se opone a ello es la atracción gravitatoria de la materia que compone el cosmos. La cosmología relativista cree que si la densidad de esta materia es muy alta (y su atracción), la expansión se detendrá y todo volverá a congregarse (Big Crunch). Pero los últimos estudios de supernovas y distribución de galaxias apuntan a que más bien la disgregación se está acelerando.

Redacción QUO