Entrecierran los ojos, alzan la comisura de los labios y…sonríen. ¿Utilizan los perros esta expresión de la misma manera que las personas, para transmitir su alegría, placer o satisfacción?

Llevamos una relación de más de 30.000 años con estos animales y a lo largo de ella hemos desarrollado un vínculo único… pero seguimos sin saber si los perros realmente sonríen.

Para intentar resolver esto, un equipo liderado por señala Juliane Kaminski, visitó un refugio para perros, donde utilizaron una técnica conocida como sistema de codificación de acción facial (FACS, por sus siglas en inglés) para medir los minutos de movimientos faciales que realizaban los perros al interactuar con los humanos. Después, los científicos analizaron cuánto tiempo le tomó a cada perro ser adoptado. Los científicos descubrieron que aquellos que usaban más a menudo esta expresión fueron adaptados más rápido.

Todo esto nos trae de vuelta a la sonrisa canina: ¿existe? El problema con las expresiones perrunas es que nuestras herramientas de investigación son subjetivas y es muy posible que malinterpretemos lo que vemos en el rostro de los perros.

Para responder a esa pregunta, necesitaríamos técnicas de investigación más objetivas, como las antes mencionadas FACS. El último estudio del equipo de Kaminski señala que los perros nos entienden a los humanos, nuestra forma de hablar y hasta nuestros gestos. Si sonríen o no, quizás nunca lo sabremos, pero las conclusiones de Kaminski muestran que responden a nuestras acciones con sus propias expresiones.

Juan Scaliter