De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) , desde el año 2000, seis países han sido certificados como libres de malaria, mientras hay otros 12 países en los que no se han producido nuevos casos de malaria dentro de sus fronteras.

Sin embargo, a pesar de este éxito, el progreso en el control mundial de la malaria se ha estancado. Según el último Informe mundial sobre la malaria de la OMS, en 2016 se denunciaron 216 millones casos de malaria, un aumento de cinco millones respecto al año anterior. Las muertes se mantuvieron en aproximadamente 445.000, un número similar al del año anterior.

Identificar a las personas infectadas con el parásito de la malaria, pero que no presentan síntomas, es fundamental, ya que pueden tratarse con medicamentos antipalúdicos y se puede prevenir la propagación de la enfermedad.

En este sentido, los perros podrían ser entrenados para detectar esta enfermedad en humanos según una nueva investigación dirigida a prevenir la propagación de la enfermedad mortal.

Un grupo de científicos, liderados por Steve Lindsay, han descubierto que los perros pueden oler la malaria en muestras de calcetines usados por niños infectados.

Los autores del estudio, presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene, aseguran que sus hallazgos podrían llevar a la primera prueba rápida y no invasiva para la malaria.

Aunque la investigación se encuentra en sus primeras etapas, los científicos esperan que los perros entrenados para rastrear puedan ayudar a detener la propagación de la malaria entre países y hacer que se pueda identificar antes a las personas infectadas y sean tratadas rápidamente.

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“Si bien nuestros hallazgos se encuentran en una etapa temprana – explica Lindsay en un comunicado –, en principio, hemos demostrado que los perros podrían ser entrenados para detectar personas infectadas con malaria por su olor, con un grado creíble de precisión. Esto podría proporcionar una forma no invasiva de detección de la enfermedad de manera similar a cómo se utilizan habitualmente los perros rastreadores para detectar frutas y verduras o drogas en los aeropuertos. Esto podría ayudar a prevenir la propagación de la malaria a países que han sido declarados libres de malaria y también a garantizar que las personas, muchas de las cuales no saben que están infectadas con el parásito de la malaria, reciban tratamiento antimalárico para la enfermedad”.

Los investigadores utilizaron calcetines para recolectar muestras del olor de los pies de niños aparentemente sanos de entre cinco y 14 años que viven en Gambia, África.

Usando una simple prueba de pinchazo en el dedo, los niños también fueron examinados para determinar si tenían el parásito de la malaria, el Plasmodium falciparum, en su sangre.

Las muestras de calcetines fueron transportadas al Reino Unido, donde dos perros labradores, uno llamado Lexi y otra Sally, y una hembra de Springer Spaniel, conocida como Freya, fueron entrenados para distinguir entre el olor de los niños infectados con parásitos de la malaria y aquellos que sanos.

En total, se analizaron 175 muestras de calcetines. Los perros pudieron identificar correctamente el 70% de las muestras infectadas con malaria y tuvieron un 90% de acierto en cuanto a las muestras sin malaria.

Juan Scaliter