En cuatro, si no se cuenta el núcleo, una esfera que alcanza unos 15 millones de grados centígrados. La primera es un área radiactiva de 375.000 kilómetros, el doble de extensa que la segunda, una zona de convección que se caracteriza por movimientos giratorios del plasma. La tercera capa es la fotosfera, que es la región más delgada, con 400 kilómetros, y la única que vemos en la Tierra.

La curiosidad se explica por el hecho de que es la que emite más luz en la zona del espectro que podemos percibir las personas. Sobre la fotosfera está la cromosfera, un capa roja de hidrógeno inflamado que es unas 5 veces más extensa y está hasta 3,6 veces más caliente.

A estas cuatro láminas les sigue una zona de transición y la corona, que es la atmósfera de la estrella, que alcanza temperaturas mayores que algunas regiones interiores y que solo puede verse durante los eclipses totales de sol.

Redacción QUO