Hace unos días, científicos de la NASA demostraron la sólida teoría de la relatividad del genio alemán: Albert Einstein. Hoy lo hacen con algo distinto: la propuesta del científico sobre la expansión acelerada del Universo.

La energía oscura, en el ámbito de la cosmología física, es directamente responsable de la expansión acelerada del Universo, según demostraron por primera vez las teorías de Albert Einstein, en un estudio que observó 200.000 galaxias durante cinco años, es decir: siete mil millones de años en tiempo cósmico, según informó la agencia espacial estadounidense (NASA). Esta energía, presente en todo el espacio, produce una presión negativa que tiende a incrementar la aceleración de la expansión del Universo, resultando esto en una fuerza gravitacional repulsiva.

Estos nuevos e importantes hallazgos realizados por los científicos de la NASA, respaldan la teoría del funcionamiento de la energía oscura: como una fuerza constante que afecta de manera uniforme al Universo e impulsa su expansión. Por contra, se opone a la teoría gravitatoria tradicional, que viene a decir que la gravedad es la fuerza que mantiene en oposición a los cuerpos en el Cosmos.

Según declaraciones de Chris Blake, de la Universidad de Tecnología de Melbourne (Australia): «la acción de la energía oscura es como si aventaras una pelota al aire y esta continuara su camino aceleradamente hacia el cielo cada vez más y más rápido. Los resultados nos dicen que la energía oscura es una constante cosmológica, tal como Einstein lo propuso. Si la gravedad fuera el culpable, entonces no seríamos capaces de ver estos efectos constantes de la energía oscura a través del tiempo».

Para la investigación, los científicos usaron dos clases de observaciones para poder confirmar los datos recogidos sobre energía oscura con ayuda del Explorador de Evolución de Galaxias de la NASA y el Telescopio Anglo-Australiano. La primera observación, se basó en los patrones que miden el número de galaxias que existen y de que manera se distribuyen en el espacio. Esta medida es denominada: «oscilaciones acústicas de bariones». La segunda de las observaciones, mide cuánto tardan en formarse los clusters de galaxias a través del tiempo. Ambas técnicas pudieron confirmar que existe la energía oscura y la expansión acelerada del Universo.

El término «energía oscura» se comenzó a usar en los años 90, cuando se empezaron a analizar «con lupa» los brillos de las supernovas distantes. Muchos son los expertos que consideran que la energía oscura domina la friolera de más de un 74% del Universo, mientras la materia oscura ocuparía otro 22% restante, y la materia normal –la única que hasta ahora conocíamos con certeza– sólo el 4% restante. Por tanto, la energía oscura se mantiene en un constante «tira y afloja» con su amiga la fuerza gravitatoria. En el Universo temprano, la gravedad decidió tomar el espíritu de liderazgo, dominando a la energía oscura. Pero después de 8.000 millones de años después del Big Bang, conforme el espacio se ha expandido y la materia normal se ha diluido, las atracciones gravitacionales se han ido debilitando y la energía oscura ha tomado su lugar, según aseguran los expertos involucrados en este hallazgo.
Según los astrónomos, nuestro Universo podría convertirse en una zona vacía con galaxias dispersas entre sí. Tanto que la vida que pudiera habitarlas, sería imposible de contactar.

Redacción QUO