¿Has visto mi fotolibro?

C uando pasamos las fotos a papel, lo último es fabricarse un álbum y mandarlo imprimir. Muchos no saben que existen los fotolibros. Un método para guardar fotografías impresas que ya tiene el 6% del mercado. Es muy sencillo: eliges el modelo del libro online, colocas las fotos, pagas con la tarjeta de crédito y a esperar a que te llegue por correo. Sale un poco más caro que la impresora, pero el resultado es mucho mejor. Lo he comprobado estas ultimas semanas. Con la ayuda de iPhoto, diseñé un álbum que envié a Apple que, previo pago de 40 €, me mandó a casa un magnífico fotolibro, con una elegante encuadernación. Después, repetí en Flickr.com y en formato revista a Qoop.com. Me costó casi 25 €.

Wii de etiqueta

Algunos especialistas del mercado de las consolas se han aventurado a pronosticar que la Wii liderará las ventas hasta el año 2011. Este año se venderán en el mundo 12,2 millones de unidades. Su éxito es un caso de estudio. Un ejemplo: la plataforma Wii Fit, que cuesta alrededor de 90 €, funciona conectada a la consola y está pensada para mejorar la forma física. Pues ya es casi imposible encontrar una. Hay pocas y se agotan enseguida. Pero lo último en Wii no se compra en las tiendas de juegos sino en los locales especializados en los gemelos para los puños de camisa. En www.cufflinks.com ofrecen por alrededor de 100 € unos gemelos que tienen la forma de los wiimotes, los mandos de la Wii. Así, hasta los más elegantes se unen a la fiebre por la consola de Nintendo.

Tecnología de baratillo

Ordenadores, cámaras, reproductores de música, teléfonos y, por supuesto, televisiones… ¡Todo más barato, oiga! ¡Lo regalamos! Es la tendencia: tecnología asequible a todos los bolsillos. La industria, en feroz competencia, lanza productos a precios que eran impensables hace unos meses. En otoño, la oferta de ordenadores portátiles baratos se duplicará. Su mayor inconveniente es el teclado, que resulta demasiado pe­queño para trabajar mucho tiempo. Por eso, los que viajan prefieren cargar con uno más grande con el que no se agarroten los dedos.