En los videojuegos, la muerte pierde su valor. Los personajes se desvanecen y resucitan a golpe de mando, y para que la vida si­ga solo hay que pulsar “continuar” en la pantalla.

El pasado 28 de febrero, los usuarios de uno de los juegos de multijugador de éxito, Tabula Rasa, se desconectó para siempre.

¿El problema? El apagón de los servidores donde estaba la información de personajes, tramas, escenarios… que había costado meses crear.

Tras la catástrofe, su creadores consolaron a los damnificados con tres meses gratuitos en dos nuevos juegos. No somos nadie.

Redacción QUO