Hace unos meses os contábamos todos los secretos sobre la Internet profunda y cómo sumergirse en su oscuridad requería cierta, destreza, habilidad y lo más básico: herramientas. Una de ellas es Tor, un sistema que permite al usuario mantener su anonimato en la red ocultando su IP.

Pero como sabemos, gracias en parte al caso Snowden, no es infalible y el FBI ha demostrado en reitaradas ocasiones sus vulnerabilidades, las cuales se pueden aprovechar para revelar la identidad de los internautas. Tor se tomó este descubrimiento como un reto, y desde entonces ha tratado de endurecer sus redes y bloquear cualquier tipo de «puerta mal cerrada». Con ese fin ha creado un nuevo sistema bautizado como Selfrando, el cual evitará cualquier tipo exploits de reutilización de código. Es decir, la nueva técnica permitirá aprovechar la fuga de memoria para reordenar el código almacenado en sus librerías en lugar de intentar infectar al contrario con un código malicioso.

Por ahora la versión está en fase de pruebas, pero la defensa a los ataques gubernamentales ya ha comenzado en las oficinas del famoso navegador. Si bien el FBI disponía de ingenieros en las universidades para encontrar las vulnerabilidades de Tor, ahora nuevos investigadores se han unido al equipo contrario. ¿Quién ganará la batalla?

Fuente: motherboard.vice.com

Redacción QUO