El 19 de Septiembre de 1982,Scott Fahlam, un profesor de ciencias de la computaciónestadounidense, envió un correo electrónico (sí, ya existían entonces) en el que sugería: “Propongo el siguiente gráfico para aquellos que quieran decir una broma 🙂 En cambio, si lo que quieren comunicar es serio, la opción es esta :-(”.

Así nacieron los emoticonos, o iconos de la emoción. Hoy, aquellos dos signos de puntuación han evolucionado y se han convertido en más de un centenar de rostros que retratan una emoción, un deseo o responden una pregunta. Según un estudio realizado por la Universidad Rice, los tres emoticonos más utilizados se refieren a estados de ánimo: muy feliz, feliz, y triste, y son los dueños del 70% de los mensajes. La investigación también reflejaba que ellas los utilizan más que ellos…aunque son los hombres los que tienen un “vocabulario emoticón” más amplio.

Pero, aun cuando una imagen vale más que mil palabras, a veces el mensaje no llega claro. Aaron Smith, un diseñador de Facebook, cuenta cómo al intentar plasmar emociones perseguían “dibujar enfado yreflejaban miedo. Obuscábamos vergüenza y se interpretaba como náuseas”.
¿Cómo resolver esta situación? Eso fue lo que se preguntó Arturo Bejar, ingeniero de Facebook: “Cuando formas parte de una comunidad de mil millones de personas, quieres que todas esas conexiones sean reales, positivas y, sobre todo, buenas”. Y el modo de conseguirlo fue recurrir a la ciencia, para que la comunicación no verbal se convirtiera en algo más empático y compasivo.

DARWIN YA TIENE PÁGINA EN FACEBOOK

Para conseguirlo, reunieron científicos de las universidades de Yale y Berkeley. Uno de ellos es Dalcher Keltner, del Centro Científico para el Bien Común (GGSC por sus siglas en inglés) de la californiana universidad. Keltner señala que era necesario crear instrumentos nuevos o promover la evolución de los viejos: “Somos una especie supericónica; de hecho, nos hemos transformado en una cultura cada vez más gráfica”.

Y una de estas novedosas herramientas, ya a la venta para iOS y Android, es Finch, el nuevo emoticón de la compañía. O mejor dicho, los 16 nuevos emoticonos con emociones tan humanas como alegría, disgusto, perplejidad, asombro, sorpresa, miedo, enfado, tristeza y hasta amor maternal. Para conseguir esta variedad, la empresa californiana contactó también con Matt Jones, dibujante de Pixar. Algo no tan extravagante si se piensa detenidamente. “En Pixar”, asegura el propio Jones, “estamos acostumbrados a estudiar las emociones. Nuestro trabajo se basa en años de analizar el rostro de las personas, sus gestos y expresiones”.
Dalcher Keltner, cofundador del GGSC, rápidamente se dio cuenta de la importancia de un proyecto que influirá en cientos de millones de personas: “Creo que podremos lograr que la comunicación sea más precisa. Haciendo que sea más inteligente emocionalmente, les daremos a los adultos y a los niños un lenguaje más exacto para retratar la complejidad de lo que sienten”. Como guía o fuente de inspiración, Keltner le facilitó a Jones una copia del libro La expresión de las emociones en humanos y animales, de Charles Darwin. En esta obra, el padre de la evolución da elaboradas explicaciones para ciertas respuestas emotivas…pero reduce a dos o tres palabras otras. Por ejemplo, vergüenza es descrita como una pequeña tos; “algo muy victoriano”, apunta Jones, “aunque en el presente la expresamos de modos más complejos”.
Las emociones no solo son de una importancia vital en la comunicación no verbal, sino que tienen un propósito evolutivo: sonrojarse por vergüenza, por ejemplo, mostraría inequívocamente que uno está arrepentido de cualquier acto que hubiera podido causar un daño al grupo. “La simpatía”, añade Keltner, “es otra emoción muy difícil de describir con un emoticón tradicional. Ahora sabemos cómo se ve gracias a la ciencia. Matt creó para ella un diseño que es sumamente poderoso. Y ese era el objetivo del proyecto: hacer que Facebook sea mucho más rico en términos emocionales.”

DE VUELTA A LA REALIDAD

[image id=»61041″ data-caption=»¿Por qué Finch? El nuevo emoticón se llama así en homenaje a Darwin, ya que en inglés significa pinzón, un ave que inspiró la teoría de la evolución debido a su variedad de picos… tan numerosa como las emociones humanas.» share=»true» expand=»true» size=»S»]

Con el propósito de demostrar lo fieles a las emociones humanas que eran los diseños, se realizaron varios experimentos. El propio Keltner ha enviado los emoticonos a personas de todo el mundo, para ver si reconocían el sentimiento que reflejaban; aún no se saben los resultados, pero Keltner tiene mucha confianza: “Si pudiéramos decodificar un lenguaje universal, sería un verdadero éxito”, confiesa. Y para asegurarse el triunfo, también sigue el camino inverso: en lugar de analizar si los dibujos son correctamente interpretados por diferentes culturas, Keltner está trasladando las lineas dibujadas por Matt al rostro humano, para ver si las emociones también eran reconocibles vistas desde las perspectiva “inversa”.
Lo sorprendente es que el futuro de la empatía de las redes sociales no queda aquí. Matt Jones esconde un as bajo la manga. O varios. Su primera jugada fue intentar cambiar los colores: “Pretendía utilizar el azul Facebook, pero parecía que los dibujos sufrían de hipotermia”. Luego probó recurriendo a la relación entre la paleta cromática y la emotiva: representar la ira con rojo y la envidia converde, “pero no queríamos ofender a nadie; los colores pueden ser interpretados como un asunto racial”.
Finalmente, para completar la mano de ases, Jones, como dibujante de Pixar, no podía evitar intentar colar la animación en sus diseños. “Una de las características que más atractivas me resultan en Facebook es cuando desde mi teléfono le doy al botón Me gusta y el pulgar parece moverse. Les estoy sugiriendo que pongan un poco de movimiento a los emoticonos. Con suerte, podremos hacer queestos personajes evolucionen un poco”. Habrá que ver para creer.

Juan Scaliter