La música que nos llevaríamos a una isla desierta es la que escuchábamos en nuestra adolescencia y juventud y la que nos define como personas 

Si quieres que tu fiesta sea un éxito, solo tienes que poner la música que los invitados escuchaban cuando tenían entre 14 y 18 años (a no ser que tengas entre 14 y 18 años, entonces puedes poner la música que escuchas ahora). Los investigadores de la Universidad de Westminster y la City University of London han podido comprobar que esta afirmación además de tener sentido, tiene una base científica.

Para el estudio los investigadores han analizado la elección de los discos de los invitados en el programa Desert Island Discs de la BBC Radio 4, literalmente, los discos que te llevarías a una isla desierta. Lo que han podido observar es que la música que escuchamos entre los 10 y 30 años nos define para el resto de nuestras vidas.

La música que escuchamos en esta época de nuestras vidas corresponde a un «período de autodefinición» y nos conecta con las personas, lugares y momentos que en nuestra adolescencia nos definen como persona. Cuando se pide a los participantes que elijan música para estar aislados en una isla desierta no sólo prefieren la música que les transporta a su juventud, sino que también es más probable que elijan música que les recuerde a una persona importante o un momento trascendental en su vida asociados a esta canción.

Este es el programa de radio más antiguo del Reino Unido, en el que los invitados eligen los ocho discos que se llevarían a una isla desierta. Los motivos por el que las personas seleccionan ciertos discos en el programa son sobre todo que les recordaba a una persona específica (17%), como un padre, una pareja o un amigo, seguido de un momento concreto de su vida (16%). La tercera razón más mencionada es que la asociaban a un momento de cambio en su vida (12,9%), que fue precisamente el motivo que dio Bruce Springsteen, que cuando fue invitado al programa eligió la canción de los Beatles «I want to hold your hand», que le había inspirado a tocar la guitarra y tener su propio grupo.

Según Catherine Loveday, neuropsicóloga de la Universidad de Westminster e investigadora principal,»dado que la premisa del programa es que la gente se imagina a sí misma aislada, esta investigación tiene relevancia para cualquiera que se aísle, incluso durante las medidas de encierro en la actual pandemia de coronavirus, o que se vea desplazado de su entorno cotidiano, como los residentes en centros de asistencia, los refugiados o los pacientes de hospitales».

El estudio se está ampliando con otros idiomas para ampliar la participación a otros países.

REFERENCIAS

Historias de vida musical en una isla desierta