Con la aplicación del ingreso mínimo vital el gobierno de España ha comenzado el mayor experimento económico del mundo según Nature, una de las revistas científicas más prestigiosas. Que salga bien aquí, determinará que se extienda por otros muchos países

La pandemia ha acelerado la puesta en marcha del ingreso mínimo vital. Y en la revista Nature acaban de publicar un artículo en el que han titulado esta aventura como El mayor experimento económico del mundo. Y avisan de que, si sale bien, abrirá la puerta a que se establezca en otros países que están atentos al resultado.

La foto superior es un fotograma de la película La hija de un ladrón. Cuenta la historia de Sara, madre de un bebé que comparte casa en un piso de acogida, facilitado por los servicios sociales, y su esfuerzo por conseguir un trabajo. Sara tiene el perfil de la mayoría de las personas con familia que han solicitado el ingreso mínimo vital en España (el 36%). Familia monoparental y con una mujer como única fuente posible de ingresos.

La principal pregunta que se hacen los “ojeadores” internacionales es si funcionará una mensualidad incondicional, en la que el sujeto recibe la ayuda económica sin que sea necesario justificar en qué se gasta. Y si esta medida reducirá efectivamente las tasas de pobreza, aumentará las opciones a encontrar empleo de los sectores más desfavorecidos, así como la escolarización de los hijos, las posibilidades de reiniciar su actividad económica etc.

Los economistas piden un seguimiento de lo que consideran un experimento económico a gran escala

El 15 de junio, impulsado por la crisis del coronavirus y sus consecuencias económicas, España lanzó el programa que ofrece pagos mensuales de hasta  1.015 euros a las familias más pobres del país.

El programa, que apoyará a 850.000 hogares, es la mayor prueba hasta la fecha del ingreso básico vital, en la cual las personas reciben un pago en efectivo cada mes para gastar como quieran.

Se ha discutido con frecuencia, pero nunca se ha llevado a cabo de forma tan global en un país, y los economistas de todo el mundo observa atentos al impacto de una medida así.

La medida se produce en un momento de agitación económica sin precedentes provocada por la pandemia de coronavirus.  Millones de personas han perdido su empleo y aumentan dramáticamente los niveles de pobreza, que ya eran alarmantes en nuestro país,

«Si alguna vez hay una oportunidad para tratar de impulsar algún tipo de apoyo de ingresos que se pueda pagar en efectivo a las personas, este es el momento de hacerlo», dice Damon Jones, economista de la Universidad de Chicago en Illinois en la revista Nature.

Dinero sin condiciones

Antes de la llegada del COVID-19, el  gobierno ya había propuesto un ingreso mínimo garantizado, pero la emergencia económica lo ha hecho realidad antes de lo esperado. El programa asignará una suma mensual fija a cada hogar que cumpla los requisitos, sin condiciones.

El objetivo es proporcionar a los destinatarios suficiente dinero en efectivo para satisfacer sus necesidades básicas y evitar que queden atrapados en la pobreza

El  Ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones ha estimado que supondrá al menos 3.000 millones de euros por año.  La web donde se pueden solicitar subvenciones se lanzó el 15 de junio y recibió más de 50.000 solicitudes en las primeras 4 horas.

Otros países han llevado a cabo planes con el ingreso básico,  pero hasta ahora la mayoría de los ensayos se han limitado a unos pocos cientos o miles de personas.

El plan de España, que fue aprobado por el Gabinete el 29 de mayo, es el primero que se implementará en todo un país

Para los investigadores, podría proporcionar una oportunidad en el mundo real para estudiar los impactos de estos esquemas, sin las limitaciones de los ensayos a pequeña escala.

Otras naciones, como Escocia en el Reino Unido y Canadá, también discuten la posibilidad del  Ingreso Básico Universal, como una forma de apoyar a las personas más afectadas por la pandemia.

Una idea que nació de la utopía

La idea del Ingreso Básico Universal no es nueva. El filósofo inglés Tomás Moro (nombre castellanizado) propuso esta idea en su novela Utopía en 1516, aunque no fue hasta los años 1960 y 1970 cuando los economistas comenzaron a pensar más en serio sobre cómo podría aplicarse.

El economista estadounidense Milton Friedman propuso el impuesto negativo sobre la renta en 1962, en el que aquellos que ganan menos de una cierta cantidad recibirían fondos suplementarios del gobierno en lugar de pagar impuestos.

Estados Unidos y Canadá realizaron estudios piloto en pueblos y ciudades sobre el impuesto negativo sobre la renta y un ingreso anual garantizado, respectivamente, durante la década de 1970.

Sin embargo, la ola de conservadurismo que barrió a ambos gobiernos a principios de la década de 1980 puso fin al interés en esas políticas, con una notable excepción.

Desde 1982, el estado de Alaska ha distribuido las ganancias de la extracción de petróleo en Prudhoe Bay a todos los ciudadanos del estado, independientemente de su edad, situación laboral o cualquier otra restricción

Antes de la puesta en marcha en España, la prueba más importante fue un plan en curso dirigido por la organización benéfica GiveDirectly que asigna pagos de 2.250 chelines kenianos a 21.000 adultos en el oeste de Kenia.

India, Namibia, Brasil, California y Finlandia, entre otros, han intentado pequeños proyectos, con algunos resultados alentadores.

Un proyecto que proporcionó 100 dólares namibios por mes (US $ 7) a alrededor de 1.000 personas en el pueblo de Otjivero, aumentó la asistencia escolar en un 92% y la desnutrición infantil disminuyó del 42% al 10%.

manifestacion

El 21 de octubre de 2006, ONG’s, sindicatos, organizaciones ecologistas, de jóvenes, de mujeres, etc. convocaron una manifestación para exigir a las fuerzas políticas un compromiso serio en la lucha contra la pobreza.

Pobreza pandémica

España destaca en la UE por su alta tasa de pobreza y su escasa capacidad de reducirla: una de cada cinco personas viven bajo el umbral de la pobreza

En España, el presupuesto del ingreso mínimo vital está limitado al 0.2% del producto interno bruto, por lo que solo llegará a los hogares con menos ingresos, que se calcula que son unos 850.000.

Los fondos se distribuirán mensualmente a cada hogar y van desde 462 para adultos solteros hasta 1.015 para familias. El 8% de los de los hogares con los ingresos más bajos ya han recibido su primer pago.

Los expertos del artículo publicado en Nature avisan de la relevancia de este proceso en España. Si funciona aquí, será más fácil que se extienda al resto del mundo

Así que es necesario un seguimiento de la propuesta, que mida si realmente reduce la pobreza, aumenta las tasas de empleo y mejora los medios de vida de los más desfavorecidos. También es importante ver si España puede sostener el sistema después de la pandemia.

Así, el resto del mundo está pendiente de la media española contra la pobreza. Una razón más para que sea tan importante que tenga éxito.