Los ideales de belleza nos influyen a la hora de elegir pareja, pero no somos tan exigentes como se puede pensar, ni los hombres las buscan muy delgadas ni las mujeres los quieren tan musculosos como creen unas y otros

En toda cultura existen ideales de belleza que van cambiando con las épocas. Actualmente el ideal masculino es musculoso, mientras el femenino es delgado, pero cuatro siglos atrás era más bien lo opuesto.

Pero, ¿hasta qué punto nos influyen los ideales estéticos a la hora de elegir pareja?, y ¿quiénes son más exigentes con el aspecto, los hombres o las mujeres? Los investigadores de la Universidad de Saint Andrews del Reino Unido han querido buscar respuestas. Los autores del estudio Xue Lei y David Perrett han analizado la forma en que las físicas influyen para elegir pareja a corto o largo plazo.

Los investigadores pretenden que este estudio sirva para reducir la insatisfacción corporal y los trastornos alimentarios

Los resultados son sorprendentes (o quizá no): los hombres no dan tanta importancia a la delgadez como las mujeres piensan, y de modo parecido, las mujeres no dan la misma importancia a los músculos que los hombres, aunque en ambos casos las diferencias entre la percepción de lo que quiere el sexo opuesto y lo que en realidad quiere no es demasiado grande.

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Formas del cuerpo preferida para hombre y mujeres en relaciones a corto y largo plazo. El primer número indica Índice de Masa Corporal y el segundo el porcentaje de grasa. Fuente: British journal of psycology

Para el estudio se eligieron mujeres y hombres heterosexuales europeos de entre 18 a 31 años. Se les pidió que, mediante modelos interactivos 3D, a los que se les puede modificar la masa muscular y el porcentaje de grasa, definieran varios cuerpos. Por un lado, el cuerpo que querrían tener y por otro, el cuerpo que querrían para una pareja a corto plazo y para otra a largo plazo. Por último, se les pidió que configurasen la forma del cuerpo que creían que sería la ideal para el sexo opuesto.

Como era de esperar, las diferencias entre lo que realmente prefiere el otro sexo y lo que pensamos que prefiere se hicieron más notables en las relaciones a corto plazo. Es decir, para un escarceo de una noche somos más exigentes con el aspecto físico.

REFERENCIAS

Misperception os opposite-sex preferences for thinness and muscularity

La Venus de de Renancourt, una belleza de hace 23.000 años