Un ‘toquecito’ de nada

¿Cómo sería compartir el mundo con dibujos animados? Pues algo parecido a lo que muestran estas ilustraciones. Habría que convivir con seres curiosos y algo gamberros, capaces de ‘jugártela’ por la espalda.

Arte para todos

Como colofón del proyecto, el artista planea exhibir todas sus fotos retocadas en una calle londinense, para incentivar que el público actúe sobre ellas y añada sus propios dibujos… o incluso las robe. Y es que, ¿quién no se llevaría a este pajarito a su casa?

Hacer leña del árbol caído

Con sus ocurrentes ilustraciones, el artista pretende demostrar que ninguna obra puede darse por concluida, que siempre es susceptible de ser alterada. Igual que un tronco derribado está ‘pidiendo a gritos’ que lo sierren.

Fotoinvasión

Así se titula este proyecto artístico que se le ocurrió a Lucas cuando un ladrillo estuvo a punto de matarle al caer de una azotea. «fue como si una mano mágica lo hubiera apartado de mi, e imaginé cómo sería el mundo si esa mano sobrenatural actuase siempre», relata el ilustrador. Y ahí la tenemos, recortando la silueta de Manhattan.

Se quedó planchado

Lucas asegura que toda foto tiene una historia escondida más allá de lo que se ve. Pero solo a una imaginación privilegiada como la suya se le podría ocurrir planchar arrugas de la frente de este anciano nepalí.

¡Esto es un escándalo!

Lejos de indignarse, como las mujeres asaltadas por este exhibicionista, los autores de las fotos alteradas por Luca están encantados con su obra y afirman que el dibujante brasileño incluso mejora algunas imágenes.

Tenis en el museo

El artista Lucas Levitán nos regaló en exclusiva esta creación suya, realizada sobre una imagen que forma parte de una campaña publicitaria que Red Bull hizo con el Museo Guggenheim de Bilbao como escenrio.

No parpadees

Para realizar sus dibujos, como este de un recolector de pestañas, el autor primero hace un esbozo sobre una copia en papel de la foto. Luego, la escanea y remata la obra digitalmente.

‘Ladrón’ de fotos

Lucas Levitán bucea entre las miles de fotos de Instagram hasta encontrar alguna que llame su atención. Luego, con sus ilustraciones, le da un nuevo significado a la imagen transformando lo cotidiano en una escena cómica y surrealista.

Un puente a la fantasía

Las creaciones de Luca tienen una engañosa apariencia de simplicidad. Detrás de cada una de ellas hay horas de trabajo para lograr la impresión de que sus figuras interaccionan con la imagen de forma natural.

Han picado

Los peces y el público. Porque la imaginación del autor transforma cualquier rincón cotidiano en  algo fantástico. Así, un simple charco en una calle londinense puede convertirse en el lugar idóneo para disfrutar de una tarde de pesca.