Cómo somos de sociales y cómo de solos nos sentimos es algo que también puede estar determinado (hasta cierto punto) por los genes. La soledad es una sensación muy compleja y puede deberse a muchas causas. En ocasiones puede ser hasta buscada de forma intencionada. Pero, ahora, un estudio realizado por la Universidad de Cambridge ha encontrado indicios de que la genética también puede determinar que unas personas sean más solitarias que otras.

En concreto, los investigadores han logrado identificar 13 regiones genéticas relacionadas con la soledad y consideran que pueden determinar hasta en un 5% el hecho de que algunas personas tengan más tendencias que otras a aislarse del resto. Aunque, por supuesto, los factores ambientales y culturales también juegan un papel importantísimo.

El estudio también ha hallado la existencia de un posible vínculo entre soledad y obesidad. Según sus autores, una suele conducir a la otra. Lo que implica que solucionando uno de ambos problemas, también puede contribuirse a solucionar el otro.

Fuente: ScienceDaily.

Vicente Fernández López