Siempre se había creído que la lepra era una enfermedad que se había originado en Asia, y más concretamente en China. Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por el Max Planck Institute for the Science of Human History, sugiere que la enfermedad podía haber nacido en el continente Europeo.

Hasta la fecha se pensaba que solo dos cepas de la Mycobacterium leprae, la bacteria que causa la lepra, circularon por la Europa medieval. Pero los autores del estudio han utilizado para su estudio muestras extraídas de noventa esqueletos de individuos que padecieron esta enfermedad, procedentes de diversos lugares de nuestro continente. Y a partir de ellas han sido capaces de reconstruir el genoma de hasta diez cepas diferentes de lepra.

Incluso, una de las cepas reconstruídas, procedente de un esqueleto exhumado en un cementerio británico, constituye la muestra de lepra más antiguna conocida hasta la fecha, y coincide con la misma cepa que actualmente portan muchas ardillas del continente europeo.

Estos hallazgos revelan que la diversidad de las cepas de lepra en la Europa medieval era mucho mayor de lo que se pensaba y han hecho también que los investigadores reconsideren sus ideas sobre cuando y dónde se originó la enfermedad, y apuntan a que esta pudo haber surgido en algún lugar del este del continente europeo.

Fuente: ScienceDaily.

Vicente Fernández López