El antiguo Egipto sigue encerrando numerosos misterios que los historiadores aún no son capaces de aclarar. Y uno de ellos es la identidad del faraón representado en este impresionante busto de cobre que fue descubierto en las ruinas de la antigua ciudad de Hazor (también llamada Jasor).

Los restos de dicha ciudad se encuentran en el actual territorio de Israel pero, antiguamente, aquella zona fue una provincia del imperio egipcio. Y la antigüedad de la pieza, que ha sido fechada en unos 4.300 años, coincide con dicho período.

Los arqueólogos no tienen ninguna duda de que el busto representa a un faraón, ya que en la cabeza luce el símbolo de la cobra solar. Pero ignoran de quien pudo tratarse. Aunque a juzgar por el estilo artístico de la pieza, pudoser un soberano de la V dinastía. Lo que si está claro es que la cabeza fue decapitada del resto de la estatua, probablemente por los israelitas que, según las crónicas, destruyeron la ciudad hace 3.300 años. Aunque posteriormente la reconstruyeron.

Fruto de esa violencia, la cabeza del faraón sufre algunos daños evidentes, entre ellos la pérdida de su nariz.

Vicente Fernández López