Investigadores del Dankook University College of Medicine, en Corea del Sur, han realizado un descubrimiento realmente sorprendente al practicarle la autopsia a una momia de hace 375 años. Los científicos hallaron en el hígado huevos vivos de un parásito conocido como paragonimus.

Los restos analizados pertenecían a un hombre llamado Jiang Lee que murió alrededor del año 1642, a la edad de 63 años. La presencia de este parásito ha sido algo realmente inesperado, ya que nunca se había encontrado uno en una momia.

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Cada huevo mide unos 85 micrómetros, y lo más probable es que el hombre se infectara comiendo crustáceos crudos. Los investigadores recuerdan que en aquel tiempo el jugo de crustáceos era un remedio habitual contra el sarampión.

Los autores del estudio creen que el hombre debió de sufrir vómitos y diarrea a causa de la infección, y que probablemente tuvo muchos dolores antes de morir. Actualmente se calcula que hay alrededor de 22 millones de personas en todo el mundo infectadas por este parásito, la mayor parte de ellas en Asia, Africa y América del Sur. Afortunadamente, hoy en día existen tratamientos eficaces contra el paragonimus.

Vicente Fernández López