El llamado mar de Galilea, también conocido como lago de Tiberiades o lago de Genesaret, en Israel, es el lugar en que según los Evangelios, Jesús realizó uno de sus milagros más espectaculares al caminar sobre las aguas.

Pero ahora, dicho lugar se está secando. Según han informado las autoridades israelíes, el lago es ahora veinte centímetros menos profundo, lo que supone el nivel más bajo que las aguas han alcanzado en un siglo.

Todo Oriente Medio está siendo afectado por una gran sequía, e Israel no es una excepción. Actualmente, el país hebreo ha puesto en funcionamiento una planta desaladora que suministra casi el tercio de todo el agua potable que consume su población.

El río Jordán dónde según la tradición se bautizó Jesús, ya había provocado la alarma medioambiental por el descenso de su caudal. Y, ahora, el mar de Galilea está corriendo la misma suerte.

Según la tradición fue en este lugar donde los discípulos de Jesús, que navegaban en una barca, vieron a su maestro caminando sobre las aguas. Cuando les invitó a imitarle, Pedro le obedeció inmediatamente, pero las aguas se lo tragaron. Jesús le salvó agarrándole por el brazo, al tiempo que le decía: «Hombre de poca fe. ¿Por qué dudaste?».

Vicente Fernández López