La doncella de hierro es uno de los supuestos instrumentos de tortura medievales más terroríficos que existen, y uno de los que más pesadillas provocan. Y no es para menos, ya que se trataba de una especie de cofre con forma humanoide, cuyo interior estaba forrado de afiladas púas. Se decía que cuando una persona era encerrada allí, los clavos penetraban por su cuerpo, pero sin dañar ningún órgano vital, lo que provocaba una muerte lenta tras sufrir una cruel y larga agonía. Pero, ¿existió realmente dicho espanto? Es difícil saberlo con certeza, aunque muchos historiadores tienden a creer que en realidad fue un mito creado entre el siglo XVII y el XVIII.

La primera referencia escrita se encuentra en un texto del filósofo alemán Johann Philipp Siebenkees, quien cuenta que un falsificador de monedas fue ejecutado con este instrumento en la ciudad de Nüremberg, en el año 1515. Y el artilugio que supuestamente se usó en aquella ocasión ha perdurado hasta nuestros días. Pero, investigaciones recientes han demostrado que la Doncella de Nüremberg que actualmente se conserva no es la auténtica (si es que alguna vez existió), ya que fue fabricada en el siglo XVIII.

Por ese y otros motivos, muchos investigadores creen que la doncella de hierro fue un mito creado por los escritores románticos, para exagerar la crueldad medieval. Un mito que pudo tener cierta base de verdad, ya que en el medievo europeo se utilizaba un instrumento llamado «capa de la infamia», que consistía en un artilugio parecido, solo que sin púas en el interior, que se empleaba como escarmiento público para ladrones y prostitutas.

Peter Konieczny, historiador y director de la revista Medieval warfare, explica que: «En el medievo la tortura era algo habitual, pero su sadismo no era tan sofisticado. Los tormentos solían ser mucho más básicos».

Lo único que sabemos a ciencia cierta es que el grupo de heavy Iron maiden tomó prestado su nombre de dicho artilugio de tortura.

Vicente Fernández López