Es sabido que el bostezo es algo que se contagia muy fáicilmente de una persona a otra. Nunca falla. Hay un grupo de gente reunida en algún sitio y, si alguien bosteza, inmediatamente empiezan a hacerlo otras personas. Pero si en ese grupo estuvieran Aníbal Lécter o cualquier otro psicópata famoso, comprobaríamos que son inumnes a este fenómeno.

Y es que un estudio realizado por la Universidad de Baylor demuestra que el contagio del bostezo solo afecta a aquellas personas que son capaces de mostrar algún tipo de empatía con sus semejantes. Los voluntarios que participaron en el experimento se sometieron a un test para poder clasificarlos en un raking de posible psicopatía. Y, aunque entre ellos no había ninguno que pudiera calificarse «de manual», las pruebas si demostraron que aquellos que eran menos empáticos se contagiaban mucho menos de los bostezos de sus compañeros.

«Los psicópatas se caracterizan por tener un nivel de empatía nulo», explicó Brian Rundle, autor del estudio. «Nuestro experimento demostró que para que los bostezos se contagien hay que tener un caácter más o menos empático, por lo que ellos serían inmunes a este fenómeno».

De todas formas, que no cunda la alarma, no sea que empecemos a detectar monstruos donde no los hay. «Los psicópatas no bostezan, pero eso no quiere decir que todo el que no bostece sea un psicópata», aclara el autor del estudio.

Redacción QUO