No fue Brasil, ni España, ni Inglaterra. Fueron los chinos, que llevaban jugando al fútbol desde dos mil años antes de que los ingleses lo reclamaran como invención propia.

En realidad el cuju o Ts’u Chü comenzó como una disciplina de ejercicio de formación militar, aunque tuvo tanto éxito que se popularizó rápidamente por toda China. Ellos no tenían pelotas federadas ni nada de eso, sino que se valían de una de cuero que albergaba en su interior pieles o plumas. Los equipos también tenían que intentar marcar en los extremos opuestos del campo sin tocar nunca la pelota con las manos.

Según los registros históricos que se guardan, las ‘porterías’ eran dos agujeros recortados en una sábana de seda, que se colgaba entre dos postes de bambú. Los primeros datos sobre elcujudatan del siglo V a. J.C.

Otros hablan del marngrook (juego de pelota), al que habrían jugado los aborígenes de Australia Occidental y en el que participaban más de 50 jugadores y el objetivo era impedir que la pelota, realizada en piel de zarigüeya, tocara el suelo.

*Publicado en Quonectados nº 224

Redacción QUO