Desde muy niño, quedó impresionado por la cantidad de gente que vivía hurgando entre los desperdicios de los vertederos. Desde entonces, Vik ha consagrado su obra a rendir homenaje a esos desheredados. El artista utiliza todo tipo de desperdicios metálicos y electrónicos para componer asombrosos collages que forman desde figuras de animales a retratos de personas.

Redacción QUO