Tal vez esa afirmación resulte exagerada, pero encierra algo de verdad. Un estudio realizado en EEUU y cuyos resultados se publicaron en New Journal of Medicine, afirma que un casino es el mejor lugar para sufrir un ataque al corazón, ya que el índice de supervivencia es un 53% superior al que se produce en cualquier otro lugar o instalación.

Lo que ocurre es que en los locales de juego se produce un índice de infartos superior a la media en un 15%; es lo que se llama “síndrome de Las Vegas”. Por eso, desde 1997 la ley exige que estos establecimientos cuenten con sus propias unidades para practicar la desfibrilación y la reanimación cardiopulmonar. Medida que, como se ha demostrado, ha salvado muchas vidas.

Redacción QUO