Un equipo de operarios de la compañía Thames Water realizó un extraño hallazgo mientras llevaba a cabo obras de reparación en unas tuberías de agua en Oxfordshire, Inglaterra. En total 26 esqueletos en fosas sepulcrales, que se sospecha tienen alrededor de 3.000 años. Los restos se remontan a la Edad del Hierro, antes de la ocupación romana de Gran Bretaña, pero lo que hace que el hallazgo sea aún más intrigante es la evidencia que sugiere que las fosas se usaron para entierros rituales.

“El sitio es particularmente interesante – explica Neil Holbrook, responsable del estudio arqueológico en un comunicado – ya que brindó un vistazo a las creencias y supersticiones de las personas que vivían en Oxfordshire antes de la conquista romana. La evidencia en otros lugares sugiere que los entierros en fosas podrían haber involucrado el sacrificio humano”.

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Thames Water

Las otras fosas a las que se refiere Holbrook han revelado 124 cuerpos, la mayoría hombres jóvenes, con signos de haber sido ejecutados.

Pero en este último caso los análisis no han revelado detalles precisos, aunque sí circunstancias extrañas. Uno de los esqueletos fue enterrado con sus pies, que habían sido amputados, a ambos lados del torso. El cráneo de otro había sido retirado y enterrado al lado de sus pies.

La evidencia sugiere que los británicos de la Edad del Hierro tenían una relación bastante “interactiva” con sus cadáveres: los esqueletos desarticulados no son la excepción, sino la norma.

“Estos hallazgos abren una ventana única a las vidas y muertes de comunidades de las que conocemos muy poco – concluye Holbrrook – . El descubrimiento desafía nuestras percepciones sobre el pasado , y nos invita a tratar de entender las creencias de las personas que vivieron y murieron en la región hace más de 2.000 años”.

Juan Scaliter