¿Han cambiado la forma en la que entendemos las relaciones amorosas en las últimas décadas? ¿Afecta de verdad el tipo y el número de relaciones amorosas de nuestros padres a la hora de tener las nuestras propias? La respuesta parece ser que sí, tal y como sugiere un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Ohio (EE.UU.).

Entre los resultados del nuevo informe destaca la idea de que existe una tendencia a tener un número similar de matrimonios o parejas con las que se convive entre madres e hijas. ¿Cuál es la razón? Los autores del estudio señalan que podría tener que ver con ciertas características genéticas que se heredan (como la facilidad o la dificultad para gestionar conflictos de pareja, por ejemplo) o con ciertos modelos que se aprenden. Es decir, se estaría transmitiendo un patrón.

De esta forma, los investigadores señalan que las características y el comportamiento de las madres influyen en las futuras relaciones amorosas de sus hijas. Así, una madre que ha pasado por varias rupturas sentimentales en su vida, podría haber tenido ciertos problemas a la hora de gestionar una relación (psicológicos, mentales…) y los habría transmitido (ya sea por ejemplo o de forma genética) a sus hijos.

Como aseguran los autores del estudio (que se ha publicado en la revista PLOS One), los datos obtenidos son solo especulaciones, pero sí insisten en que las habilidades para relacionarse con otros pueden aprenderse, por lo que estos factores podrían ser un interesante objeto de estudio, con el fin de ayudar a las personas a mejorar sus relaciones.

Otro punto que destaca el informe es el aumento de las parejas que viven juntas sin estar casadas (la cohabitación ha aumentado en un 29% desde 2007 en Estados Unidos, de 14 millones de personas a 18 millones en 2016, según datos del Pew Research Center). Y esto no ocurre solo en Estados Unidos. En España, las parejas que cohabitan representan ya un 9% del total de hogares, y es un modelo que los expertos aseguran que está en alza.

Belén Robles González