Los virus, como el SARS-Cov-2, responsable de la COVID-19, se propagan entrando en las células y utilizando la maquinaria de construcción de proteínas de las células para producir nuevas copias.

Aprovechándose de esto, un equipo de científicos del Instituto Scripps Research, liderados por Matthew Disney, ha creado compuestos similares a fármacos que, en estudios de células humanas, se unen y detiene su capacidad para replicarse (reproducirse).

“Nuestra idea era desarrollar medicamentos con plomo capaces de romper lo que podríamos llamar el cambio de marchas del SARS-CoV-2 – explica Disney en un comunicado – . Con esto se evita que siga avanzando ya que se altera su capacidad de infectar de forma masiva.

Este pequeño cambio obliga al “motor” de las células, los ribosomas que son los responsables de la síntesis de proteínas, a actuar a una velocidad diferente lo que afecta a la producción de proteínas y a su viralidad.

Pero hacer un medicamento capaz de detener este proceso no es nada sencillo. Históricamente, ha sido muy difícil usar fármacos administrados de forma oral para afectar el ARN de un virus, pero el grupo de Disney lleva una década especializado en esto. Por ahora los resultados, publicados en ACS Central Science, demuestran la viabilidad de esta estrategia, pero es apenas un primer paso que podría actuar no solo contra el coronavirus, sino contra otras enfermedades virales.

“Este es un estudio de prueba – concluye Disney – . Colocamos el elemento de cambio en las células y demostramos que nuestro compuesto lo degrada. El siguiente paso será hacer esto con todo el virus COVID y luego optimizar el compuesto. Queríamos publicarlo lo antes posible para mostrarle a la comunidad científica que el genoma del ARN COVID es un objetivo farmacológico. Nos hemos encontrado con muchos escépticos que pensaban que no se puede apuntar a ningún ARN con una molécula pequeña. Este es otro ejemplo que esperamos ponga al ARN a la vanguardia de la ciencia médica moderna como objetivo de un fármaco”.