Todavía no se sabe si la hidroxicloroquina es efectiva en el tratamiento contra la COVID-19, pero el estudio publicado por The Lancet relacionando este medicamento con mayor mortalidad ha resultado ser un fraude

Actualizado el 7 de junio de 2020

Durante la pandemia del coronavirus SARS COV-2 algunos de los procedimientos habituales en la publicación de estudios científicos se han pasado por alto debido a la urgencia de la situación. Esta permisividad ha llevado a The Lancet, la publicación médica más prestigiosa del mundo, a publicar un estudio sin contrastar lleno de errores y datos inventados sobre la peligrosidad de la hidroxicloroquina, el medicamento más usado en el mundo para tratar la COVID-19.

La hidroxicloroquina es también el tratamiento más empleado en España hasta la fecha, según el primer gran registro clínico nacional multicéntrico sobre COVID-19, con datos de 12.200 pacientes en 150 hospitales. Lo ha realizado la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y destaca por su actualidad que los fármacos antivirales más utilizados han sido la hidroxicloroquina (85,7%) y el lopinavir / ritonavir (62,4%).

La prestigiosa revista The Lancet publicó el 22 de mayo un estudio con datos de todo el mundo y más de 95.000 pacientes que observaba un aumento de la mortalidad de más del 30% en los afectados por COVID-19 tratados con hidroxicloroquina en hospitales.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció el pasado 25 de mayo que el organismo detenía temporalmente los ensayos clínicos con hidroxicloroquina en pacientes de COVID-19 basándose en las conclusiones de ese estudio.

Si embargo, el estudio de The Lancet ha sido retirado y la OMS ha reanudado los ensayos con hidroxicloroquina. ¿Qué ha ocurrido?

Datos inventados

Los datos del estudio publicado por The Lancet fueron recopilados por la empresa Surgisphere a los laboratorios que participaron en su análisis: el Hospital Brigham de Mujeres de Boston, el Hospital Universitario de Zúrich y la Universidad de Utah. EL CEO de Surgisphere, Sapan Desai, es un cirujano demandado por mala praxis según informa The Guardian.  Después de la publicación, un grupo de más de 120 científicos pidió a la OMS que revisara los datos del estudio, ya que no consideraban que tuvieran calidad suficiente.

Según la investigación de The Guardian, Surgisphere se negó a proporcionar los datos originales del estudio. Aunque supuestamente provenían de historiales médicos de hospitales de todo el mundo, varios de los hospitales mencionados declararon no saber nada de la empresa ni de su participación. Es llamativa la aparición de datos de hospitales africanos que no tienen la tecnología necesaria para proporcionar esa información. Todo esto ha puesto bajo sospecha la validez de los datos y el estudio.

Los datos en España

Por otro lado, también hay datos que ponen en duda la eficacia de la hidroxicloroquina, aunque no demuestran que sea peligrosa. Según el estudio que publicaba la SEMI (Sociedad Española de Medicina Interna), con datos recogidos en 150 hospitales los fármacos antivirales más utilizados en España han sido la hidroxicloroquina (85,7%) y el lopinavir / ritonavir (62,4%).

Este registro clínico de la SEMI es uno de los más extensos del mundo hasta la fecha desde el inicio de la pandemia y el mayor sobre COVID-19 que existe hasta ahora en España. Contempla más de 300 variables sobre datos de pacientes COVID-19 hospitalizados ─dados de alta o fallecidos.

Los primeros resultados preliminares ─con datos del registro a fecha 30 de abril─ están publicados en una plataforma en abierto (medRxiv), que firman 25 internistas de múltiples Servicios de Medicina Interna.,

Entre otras muchas evidencias sólidas, los primeros datos confirman que uno de cada 3 pacientes hospitalizados por COVID-19 en España desarrolló dificultad respiratoria y, uno de cada cinco falleció sin que en el informe esté en ningún caso relacionado con haber sido tratados con hidroxicloroquina o no.

También arrojan conocimiento sobre cuáles fueron los síntomas más habituales al ingreso de los pacientes COVID-19 hospitalizados, qué comorbilidades presentaban, cuáles fueron los fármacos más administrados, y qué valores anormales fueron observados con mayor frecuencia en las pruebas de laboratorio, entre otros datos fundamentales.

Los síntomas informados a la llegada del hospital, han sido, predominantemente, fiebre (86,2%) y tos (76,5%), aunque la mialgia y la anosmia fueron menos comunes que en series de datos de otros países. Esto puede explicarse por una diferencia potencial en los criterios de admisión y alta hospitalaria.

La mortalidad por SARS-CoV-2, fue similar a la observada en algunas series de datos de China y de EE. UU., pero fue mayor que la descrita en Italia e inferior a la cifra observada en el Reino Unido.

El 31,5% de los pacientes españoles, según estos primeros resultados preliminares, desarrolló dificultad respiratoria y la mortalidad fue del 21,1%, con un marcado aumento en función de la edad. A mayor edad, se constató mayor mortalidad. En el tramo 80-89 años, por ejemplo, llega al 42,5%.

El medicamento de Donald Trump

Trump lleva meses exaltando las virtudes de la hidroxicloroquina, un medicamento utilizado contra la malaria, el lupus o la artritis severa, que se ha recetado a muchos pacientes de COVID-19 en todo el mundo. La insistencia de Trump en promover la hidroxicloroquina para tratar el coronavirus ha generado tensiones en su Gobierno: un experto en vacunas, Rick Bright, denunció que fue despedido de su trabajo en el Departamento de Salud por motivos políticos, tras expresar su preocupación por la exaltación de ese tratamiento.

Valores pronósticos en las pruebas de laboratorio

Un alto porcentaje de pacientes tenía valores de laboratorio anormales al ingreso, con un perfil “inmunoinflamatorio” deteriorado. Fundamentalmente, la linfopenia (52,6%) y los niveles elevados de dímero D (61,5%), lactato-deshidrogenasa (70,2%) y ferritina (72.4%) fueron los hallazgos más frecuentes. Además, la mayoría de los pacientes recibió tratamiento supuestamente efectivo contra el SARS-CoV-2. Los fármacos antivirales más utilizados fueron: la hidroxicloroquina (85,7%) y el lopinavir / ritonavir (62,4%).

¿Es segura la hidroxicloroquina?

La única conclusión posible en este momento es que son necesarios más estudios rigurosos con datos de calidad para poder afirmar si este medicamento es seguro y eficaz contra la COVID-19. El estudio que The Lancet ha retirado llegaba a la conclusión de que el tratamiento era peligroso porque aumentaba la mortalidad. Esta conclusión no es cierta, pero en sentido contrario, no se puede afirmar que la hidroxicloroquina es eficaz.