Ya se sabía que los escarabajos peloteros, además de arrastrar gigantescas bolas de estiércol, tenían otras habilidades. La más sorprendente de ellas, la de guiarse según las estrellas. Lo descubrió hace varios años un equipo de investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) y la de Wits (Suráfrica).

Ahora, esos mismos especialistas han hecho otro descubrimiento realmente asombroso relacionado con este insecto. Y es que los escarabajos se suben a sus bolas y realizan algo parecido a un baile, que les sirve para detectar fuentes de luz que les indiquen cuál es el camino que tienen que seguir. Y lo que los investigadores han descubierto es que gracias a ese baile, los insectos realizan una especie de «fotografía» de la posición de los astros celestes, concretamente de La Vía Láctea, lo que les permite seguir la dirección correcta.

Lo más sorprendente de todo es que la posición de los astros celestes que, según todo parece indicar, la posición de los astros celestes queda grabada indeleblemente en sus cerebros. Así, cuando el escarabajo empieza a rodar su bola de estiércol, es capaz de hacer coincidir esa información almacenada en su cerebro, con la del entorno en el que se mueve, lo que le permite seguir la dirección correcta.

El caso del escarabajo pelotero es realmente asombroso. Pero en la galería que os mostramos a continuación, os ofrecemos otros ejemplos de animales e insectos que se guían por la luz del sol.

Foto: Rafael Brix/Wikipedia. Licencia: creative commons.

Anade real

Esta especie de pato sabe situar el Norte en función d ela posición del Sol.

Foto: Anton Holmquist(Wikipedia. Licencia creative commons.

Estornino pinto

Estas aves utilizan la luz que proyecta el sol en el horizonte para determinar la dirección del vuelo. Un experimento realizado con espejos, demostró que al alterar la marca de la posición solar, los pájaros cambiaban de rumbo.

Foto: http://www.naturespicsonline.com/Wikipedia. Licencia: creative commons.

Abejas

Las abejas pueden volar aunque el cielo esté cubierto por nubes, siempre que se vea un resquicio del cielo. ¿El motivo? Son capaces de detectar la polarización de los rayos ultravioletas del sol, lo que les permite deducir su orientación y les sirve para orientarse.

Foto: Michael Palmer/Wikipedia. Licencia: creative commons.