Con motivo de su undécimo aniversario, el Instituto Tomás Pascual Sanz ha organizado una serie de interesantísimas ponencias relacionadas con algunos de los temas más actuales en el ámbito de la salud. Y una de las más destacadas fue la de Alfredo Martínez, catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra y presidente de la Unión Internacional de Ciencias de la Nutrición (IUNS), que giró en torno a lo que se conoce como nutrición de precisión.

Se trata de un enfoque terapéutico emergente, que toma en consideración la información genética/epigenética de un individuo, así como la edad, el género, los antecedentes clínicos y el estado fisiopatológico personal, para una mejor comprensión de los factores ambientales y genéticos implicados en el desarrollo de enfermedades crónicas asociadas a la obesidad, y el modo en que estas relaciones pueden modificar las respuestas terapéuticas.

La nutrigenética se dedica a linvestigar el modo en que diversas variantes genéticas en el genoma humano, se han asociado con la susceptibilidad a ganar peso, teniendo en cuenta también su interacción con factores nutricionales, o con el consumo de determinados alimentos. Se busca así ejercer un efecto positivo sobre la salud, modulando directamente la expresión de genes que regulan vías metabólicas críticas. En este contexto, un gran número de estudios han evaluado el efecto de diferentes factores dietéticos en los perfiles de expresión génica que están relacionados con la susceptibilidad a desarrollar diversas enfermedades crónicas. Además, estudios experimentales han demostrado los efectos beneficiosos de ciertos nutrientes y compuestos bioactivos de los alimentos como resultado de la regulación de la expresión génica. Asimismo, los perfiles de expresión génica se han utilizado para predecir la capacidad de respuesta a los tratamientos nutricionales y la predisposición individual a la pérdida de peso.

Recientemente, diversos estudios experimentales han investigado los mecanismos epigenéticos subyacentes a los efectos beneficiosos sobre la salud de ciertos nutrientes y componentes bioactivos de los alimentos, lo cual podría tener un impacto significativo en la prevención y tratamiento de la obesidad. Además, algunas marcas epigenéticas se han relacionado con el efecto de los tratamientos nutricionales sobre la pérdida de peso, y podrían utilizarse como biomarcadores para predecir la capacidad de respuesta a las distintas prescripciones dietéticas.

Surge así metabolómica, una “nueva” tecnología, que pretende identificar y cuantificar los metabolitos presentes en distintas muestras biológicas (orina, sangre y heces fecales). Su uso en investigación nutricional va en aumento y genera información valiosa sobre el efecto de la dieta en la regulación metabólica. Por lo tanto, los análisis metabolómicos están permitiendo categorizar metabólicamente a los individuos en distintos grupos en función de la ingesta alimentaria o la prescripción dietética conveniente.

En conclusión, los avances científicos en las distintas áreas están permitiendo el diseño de estrategias personalizadas de precisión para la prevención y tratamiento de enfermedades metabólicas.

Vicente Fernández López