La muerte súbita del lactante es la primera causa de fallecimiento en los países occidentales en niños de entre uno y doce meses. La buena noticia es que acaba de presentarse un dispositivo que puede evitar (o al menos reducir) este tipo de trágicos incidentes.

Se trata de un brazalete que permite monitorear las constantes vitales del recién nacido y avisa de cualquier evento crítico. El dispositivo ha sido diseñado por un anestesiólogo colombiano llamado Diego Delía, y recibió un premio de la NASA al diseño más innovador de 2016.

Lo que hace el brazalete es medir la saturación de oxígeno en la sangre y la frecuencia cardíaca del recién nacido y, cuando uno de estos parámetros desciende por debajo de los niveles considerados normales, desencadena una descarga eléctrica con la potencia suficiente para hacer reaccionar al bebé. Pero, además, el dispositivo está conectado por bluetooth con el teléfono móvil de los padres, a los que envía una señal de alarma en el caso de que algo vaya mal.

Su creador asegura que esta tecnología está dirigida primordialmente a los bebés prematuros, que son uno de los grupos de riesgo en el caso de muerte súbita, pero también puede usarse con el resto de recién nacidos.

Vicente Fernández López