Desde hace tiempo la proteína neuregulina-1 se ha convertido en un blanco potencial de los estudios relacionados con enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, la esquizofrenia o la Esclerosis lateral amiotrófica, debido a las numerosas funciones que desempeña en nuestro cerebro.
Ahora, en un artículo publicado en Scientific Reports, expertos del Salk Institute han señalado que si se incrementa su presencia, también tiene un efecto positivo reduciendo los síntomas de Alzheimer.
“La neuregulina-1 tiene un amplio potencial terapéutico, pero aún estamos aprendiendo cómo funciona – explica el autor principal del estudio Kuo-Fen Lee –. Nuestro trabajo demuestra que promueve la metabolización de las placas que se forman en el cerebro y son características del Alzheimer”.
En este estudio, el equipo de Lee, analizó los efectos de la neuregulina-1 en el cerebro de ratones, elevando los niveles de una de las dos formas de esta proteína en el hipocampo de los roedores, el centro del aprendizaje y la memoria. Los resultados mostraron que no solo mejoraban los resultados en las pruebas de memoria y orientación espacial, sino que los marcadores de la enfermedad, descendían respecto al del grupo de control.
Una de las grandes ventajas de esta proteína es que puede cruzar la barrera hematoencefálica, lo que significa que puede ser administrada de forma no invasiva. El grupo de Lee también está estudiando sus efectos en la esquizofrenia y en Parkinson.

Juan Scaliter