Convertirse en un hermano mayor antes de los seis años, podría reducir los riesgos de obesidad, señala un estudio realizado por Julie Lumeng, especialista en desarrollo infantil de la Universidad de Michigan. El análisis de casi 700 niños estadounidenses reveló que el nacimiento de un hermano pequeño, tiene un importante impacto en el Índice de Masa Corporal, si el hermano mayor tiene entre 2 y 4 años. Los niños que no tenían hermanos menores tenían tres veces más posibilidades de ser obesos a los 6 años.
De acuerdo con los autores, una posible explicación podría ser que los padres cambien la forma de alimentar al niño cuando entra un bebé en la familia. También podría tener un importante impacto en el hermano mayor que ya no pueda pasar tanto tiempo sentado frente a una pantalla y se vincule a actividades físicas.
“La proporción de obesidad infantil es muy alta – explica Lumeng en el estudio – y si el nacimiento de un bebé cambia los hábitos de la familia para bien, debemos detectar cuáles son para que otras familias puedan repetirlos y reducir los índices de obesidad infantil”.
El estudio, titulado Effect of Sibling Birth on BMI Trajectory in the First 6 Years of Life, se publicará en el número de abril de la revista Pediatrics

Juan Scaliter