De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año hay entre 3 y 5 millones de casos de cólera. Y 120.000 muertes por esta enfermedad que se contagia a través de agua o comida contaminada y provoca diarrea y deshidratación severa. Hasta ahora muchas vacunas orales se habían testado, pero ninguna había sido probada en países donde la enfermedad es una presencia constante y tiene facilidades de propagación. Por primera vez un estudio masivo se llevó a cabo cerca de la capital de Bangladesh, Dhaka, donde hay brotes de cólera durante toda la temporada de monzones. En total participaron más de 260.000 personas del estudio, cuyos resultados fueron publicados en The Lancet.

Un tercio de los voluntarios recibieron la vacuna, otro 33%, vacuna unida a prácticas de higiene, mientras que el último grupo no realizó ningún cambio en su estilo de vida. En los dos primeros grupos, la vacuna redujo en un 37% y un 45% respectivamente los casos, mientras que los más graves y mortales se redujeron en un 53% y 58%. En los que no recibieron la vacuna no se observaron cambios significativos.
“Nuestros resultados – explica la Dra Firdausi Qadri,principal investigador del Centro Internacional para la Investigación de Enfermedades Diarreicas de Bangladesh – muestran que un programa rutinario de vacunación oral contra el cólera, en los países donde este es endémico, podría reducir sustancialmente la carga de la enfermedad y contribuir en gran medida a su control. En última instancia, la clave para controlarlo es el agua limpia y prácticas higiénicas adecuadas,. Una práctica difícil para las naciones más pobres del mundo, así como para los afectados por el cambio climático, la guerra o los desastres naturales.”

La vacuna cuesta $ 3,70 (£ 2,40) para los dos dosis.Para el Dr. Simon Clarke,microbiólogo de la Universidad de Reading, “Esto es una prueba de que la vacunación masiva podría tener beneficios, pero no tiene sentido si no se trata el problema de raíz, que es la falta de saneamiento. La vacuna no es un reemplazo para los niveles de vida de la gente «.

Juan Scaliter