¿Te imaginas echando una partidita a tu videojuego preferido con el cirujano antes de entrar al quirófano? Si te barre, puedes estar tranquilo: su habilidad con el bisturí es equiparable a la que tiene con el mando de la consola. Según una investigación de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, los médicos que juegan antes de las operaciones son un 39% más rápidos y cometen un 47% menos de errores que los que no se entrenan. Lo ideal para el paciente es que el doctor sea un adicto a los videojuegos, porque las mejores cirugías son las de aquellos que entrenan durante un mínimo de tres horas antes de operar.

Redacción QUO